Habría ceremonia en la tormenta, cueste lo que cueste (Cobertura del show)

16:45:00

Desde el 9 de enero el reloj había empezado la cuenta regresiva, para vivir el pogo más grande del mundo y la famosa “misa” que esperaba a cientos de fieles del Indio Solari.
La cita estaba programada para ser vivida el sábado 11 de Marzo en el predio La Colmena de Olavarría.
La manija de quienes hace años que van a ver al indio, se dibujaba en su rostro al cantar sus temas  y relatar historias de show anteriores, mientras bajaban de los autos heladeritas con bebida, hielo y comida. Saliendo en micro desde Chacarita, a la una y media de la madrugada del sábado, llegamos a la ciudad, luego de 12 horas de ruta con tramos a paso de hombre. 
Llegados a la ciudad de Olavarría, el ómnibus se detuvo en una plaza, aproximadamente a 15 cuadras del centro.
El cielo gris amenazaba con la tormenta. Se dio comienzo al ritual, buscando lugar para armar el fuego y donde poner la parrilla mientras las gotas comenzaban a caer.


Marcando las 18 hs. comenzaba la ida al recital, el colectivo nos acercó lo más que pudo, dejándonos a unas 17 cuadras de La Colmena. Empezaba la peregrinación. “Sigan derecho y se toparán con el predio, nos dijo el chofer”.
Acercándonos, sonaban diferentes canciones de los redondos y del Indio, puestos de comida, de remeras, de bebidas a mansalva. Hasta casas transformadas en negocios, con parlantes en sus techos o en la vereda. Se vivía como una verdadera previa de alegría, emoción y jolgorio. A diez cuadras del recital el número de personas era mayor, los vendedores estaban entre nosotros, arriba del bulevar y aparecían los oportunistas de entradas falsas a precios insólitos.

El ingreso al predio

Con escaza señalización y siguiendo a la masa, miles de personas comenzaban a ingresar al lugar a la espera de una noche increíble. Según declararía luego el Intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, alrededor de 400 mil.
El ingreso fue pasadas las 20 hs. y si bien no nos cortaron la entrada, si pasamos por el control de cacheo. 
15 torres que ocupaban el total del campo de 15 hectáreas. Nosotros nos ubicamos frente a la torre número 6, en el medio del complejo para ser más exactos. 


 ¡Estalló la colmena!


Con media hora de retraso, siendo las 22hs, el Indio salió a escena con una campera de cuero y una gorra de color rojo y arrancó con el primer tema: Barbazul vs el amor letal. ¡Estalló la colmena! 
Antes de entonar el quinto tema, “Ropa Sucia”, Solari expreso: "Hacer esto no creo que me haga bien a la gola (*), así que denme una mano para cantar".


Tras 20 minutos de recial, el tono cambio manifestando: "Son siete tipos que están rompiendo las pelotas. Alguien tiene que ir a sacar esos boludos" (SIC). A continuación se encendieron las luces, pidió que los borrachos se fueran para atrás y que intervenga defensa civil en conjunto con la seguridad, por desmayos en el público. Se vivía un momento tenso, de expectativa por no entender bien que era lo que sucedía, habían pasado 20 minutos de detención del show.
Retomo con  "Héroe del Whisky" y "Etiqueta negra", pero pasado los 50 minutos del recital volvió a frenarlo por incidentes en las primeras filas y dijo: "Vamos a hacer una pausa, hay 20 personas que están deteniendo todo" y pidió al público que retroceda "dos metros".  Prosiguió, luego de 10 minutos, con "Babas del diablo" pero el clima ya no era el mismo, se veía a un indio preocupado y enojado, hasta por momentos desconcentrado. La frase que expreso 23.40, afirmaba lo que sentíamos  "Ya no tengo más ganas de tocar", luego de que sonara "Esa estrella era mi lujo". El repertorio siguió con “Todo preso es político”, y como en todos los show se dirigió a los presentes pidió que los que tienen 40 años de edad y dudas de su identidad se acerquen a las Abuelas de Plaza de Mayo. Además mencionó el debate sobre la baja de la imputabilidad penal de los menores de edad. Sostuvo: "Los muchachos no nacen malos. El Estado no puede ser penal antes que social", con lo que despertó un aplauso cerrado de aprobación.
Por primera vez giró en círculos con los brazos abiertos, feliz, bailando, para culminar la canción "Nuestro amo juega al esclavo", mirando fijo a su gente con el puño en alto.
Él sabía que el final se aproximaba y declaró: "Esto es una locura, ya no sabemos cómo llamarlo, un enorme agradecimiento a todos ustedes, saben que no existe en el mundo algo así". Empezó a sonar el siguiente tema y se vino el final y el pogo”.  Sonaba "JiJiJi", la gente saltaba sin parar y se sabía que ahí terminaba lo que tanto se había estado esperando. 
Pero la banda dio un bonus enganchándolo con "Mi perro dinamita". Los brazos en alto cerraron el concierto. 


(*) Garganta de una persona y región situada junto al velo del paladar.

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